Hoy nos fuimos al parque metropolitano, a Fany le encanta ir a pedalear un rato, hay un área donde hay renta de bicicletas, para poder escoger unas bicis es mejor ir temprano pues para más tarde, digamos las 11:00 am ya no hay que escoger y hay que ir con la idea de que se va a terminar asoleado, además, de que hay muchísima gente como en todas partes de la ciudad. Las calles principales se cierran para convertirlas en paseos ciclistas.
Nosotros preferimos el parque.
Los domingos se llena de actividades y personas en bicicleta, patines, patinetas, Scooter. Además de claro, personas caminando y corriendo, solo no entiendo por qué no andan por el parque completo, tal vez por qué muchos van con niños pequeños aún que Fany aguanta toda la vuelta al parque y le queda cuerda.
Después de andar en bici un buen rato nos fuimos a comer y este día fue de mercado del mar donde se puede comer bien y a buen precio, unos camarones a la momia fue la elección de Chris, son camarones rellenos de queso envueltos en tocino, yo quise camarones a la crema y empanizados, Max eligió igual que Chris, cosa curiosa ya que el prefiere siempre una piña rellena de camarones. Siempre pedimos un plato para Fany y entre todos le compartimos ya que son platos muy bien servidos.
Antes de seguir quiero compartir el puente Matute Remus por el que pasamos para ir al mercado del mar.
En el mercado me encanta ver toda la gente comprando tanto comida como claro, pescado fresco.
Es una lástima que no haya llevado mi cámara, ni modo, creo que ahora es mejor una pequeña para llevar a dónde sea.
Cómo quisiera poder vivir más cerca de todo esto pero estamos lejísimos.
Después de comer unos deliciosos platillos nos fuimos al baratillo, el tianguis más grande de Latinoamérica con unas 60 cuadras y más de seis kilómetros de puestos y puestos de artículos de todo tipo.
Fuimos caminando a penas unas cinco cuadras ya que fuimos tarde y algunos puestos ya estaban siendo desmontados, pero pudimos ver ¡cuántas cosas!.
A la izquierda la señora de los masajes trataba de relajar la espalda de un señor con el torso desnudo, a la derecha puestos de ropa y artículos para perros, correas, moños, ropa, hasta zapatos para perros, un hombre con piernas cortas al parecer sin movilidad iba siendo empujado por otro en un pequeño carrito de madera con llantas, los dos iban sonriendo y no podían pasar hasta que un hombre en triciclo se hizo a un lado.
Un chico muy bien formado con el torso desnudo recogía su puesto, enseguida un hombre de ojos claros verdes me veía y bajó la mirada para seguir amarrando algo, una tela usada como techo nos cubría la vista y nos agachamos para seguir caminando.
Más adelante un puesto de dulces de todos tipos y colores, enseguida semillas, cacahuates, habas, maíz garapiñados y de sabores, palomitas, muchas personas llevaban bolsas gigantes de $10.00 pesos, comía y comía una mujer de cabellos teñidos de rubio y raíces caoba vestida con ropa mucho más grande que su talla.
Por fin llegamos a las bicicletas, hermosas con cuadros de aluminio y bases para transporte, solo Fany tiene su propia bici, Chris tiene un patín que le encanta así que estamos en búsqueda de bicicletas para no rentar más.
Espero podamos ir de nuevo el otro fin de semana para tomar fotos al tianguis. Si no, iremos a Medrano que es otro espacio fantástico de la ciudad.
Ir al baratillo es conocer muchísimo de esta ciudad. Me quedé con ganas de una rica cerveza de raíz 😋.
Aquí les dejo más información del tianguis más grande de Latinoamérica.
https://www.informador.mx/El-Baratillo-referencia-social-y-economica-en-ZMG-l202304230004.html
1 comentario:
Veo que has pasado, con los tuyos,un espléndido fin de semana. Además nos permitiste conocer cuánto se puede hacer y disfrutar por allí.
Besos
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