Llegó el fin de semana pasado y nos fuimos a comer a un restaurante que está salida a Chapala.
Es un lugar tranquilo y muy acogedor a pesar de ser grande, con muchos rosales al rededor, buganvilias que adornan las paredes que rodean el estacionamiento y esculturas de burritos, es gracioso, ya que hacen alusión al platillo principal que sirven, los burritos.
Cuando vivía en Tamaulipas no los conocía con ese nombre, por allá en Ciudad Victoria les acostumbran llamar flautas, en cambio en Coahuila su nombre eran solo tacos de harina. Creo que el nombre de burritos era solamente usado en Baja California norte.
México tiene diferentes nombres para las mismas cosas por regiones y algunos platillos tienen sutiles diferencias mientras que otros son completamente diferentes como los molletes que en la mayoría de México es un pan bolillo partido a la mitad untado con frijoles y chorizo, lleva además pico de gallo (una salsa de tomate, chile y cebolla curada con limón) y queso, siendo que en Coahuila, los molletes son un pan dulce con un delicado sabor a anís delicioso para postre.
Extraño los molletes, la última vez que fuimos a Coahuila no hubo en ningún lugar aun que yo, sinceramente, quería de una panadería que está cerca de la casa de una tía, esos son mis favoritos, esa semana fue un completo desastre para ir de turista, casi todo estaba cerrado y solo estuvimos dando vueltas de oquis. Así pasa algunas veces.
En fin que a lo que había venido en esta ocasión es a mostrarles como quedó el vestido de Fany al que le puse el cuellito de organdí bordado con smock.
La tela es de algodón 100% y es tan delicada y ligera que creí sería una pesadilla al sentarse ya que muchas telas tienden a arrugarse y quedar marcadas pero, así como la tela tiene una caída y cuerpo increíbles continuó de la misma forma aún al salir del cine en la noche.
El cuello en organdí fue un acierto. Cuando lo plisé y terminé de bordar la parte de atrás, me aseguré de hacerlo de forma mas bien suelta, a veces tiendo a apretar las puntadas pero, de forma increíble cuando comenzamos a relajarnos en la vida, las cosas que hacemos, también cambian para bien.
Así que con un poco de estrés fui a planchar la pieza de tela y al momento, tal como yo, se relajó y quedó del tamaño exacto del cuello, me sentí maravillada y tan feliz que seguí bordando con calma preguntando a Fany por la combinación de los colores y así quedó.
Me gusta que opine sobre las cosas que le hago y ella es asertiva y otras veces me da risa su forma tan clara de decir las cosas como un top que le estaba tejiendo y al final no me convencía, le pregunté con duda si le gustaba y ella me dijo pensando y haciendo un gesto de disgusto un no definitivo.
M encanta que me diga lo que piensa con sinceridad.
Los botones son de concha nácar. Amo los tejidos y botones naturales.
Siento que le falta un hermoso listón pero debo buscarlo con calma y como ya comenzaron las vacaciones va a ser un momento divertido para mi ir a las mercerías. Algo así como en la película Orgullo y Prejuicio.
Después de todo si a ella le encantan como a mí y tiene 8 años hay que aprovechar el tiempo que se pueda.
Unos días antes fui al curso de Fany y me senté en una bonita rotonda y en ese momento en la iglesia había una boda. Fue una bonita postal además de curiosa.
Ahora cuando voy al curso de Fany tengo cada Viernes un bonito desfile de modas.
Es interesante conocer cosas sobre Méjico. Aquí sucede lo mismo, según las regiones cambian el nombre de algunos alimentos. Seguramente por la influencia dejada por los países vecinos que rodean la provincia. Besos
1 comentario:
Es interesante conocer cosas sobre Méjico. Aquí sucede lo mismo, según las regiones cambian el nombre de algunos alimentos. Seguramente por la influencia dejada por los países vecinos que rodean la provincia.
Besos
Publicar un comentario