Así como aquellas cartas significaron tanto para mi en su momento, así ahora con esto que está sucediendo me parece increíble que no haya escrito nada pero es que he estado muy ocupada con los deberes escolares de mi hijo y aun que la pandemia a veces me deja sin movimiento, me siento como congelada del estrés, tenemos que seguir con nuestra ahora limitada vida.
He estado haciendo muchas cosas, todas encerrada, de fotografías ni hablar, no hay oportunidad de hacer nada más que lo de siempre, quehacer de hogar, limpiar, limpiar y limpiar.
Ahora además añadimos las tareas que les han dejado a los críos y encima como pimienta le añadimos el encierro.
Y es que por unos días se las ingenia una, pero otros días los niños ya están que no quieren saber más de nada y comienza a preguntar por qué no pueden salir de compras con papá o mamá.
Me he mantenido cuerda tejiendo.
Siempre ha sido lo que más me relaja.
La primera foto refleja más el color real del hilo, este cuadro es de la revista labores del hogar número (el que sea) no recuerdo cuál, la revista está abajo y yo arriba, descansando un poco del cansancio del día, de la limpieza que ahora es casi obsesiva.
Tengo tanta pena por las personas que han muerto en Italia, no se por que me pegó tan duro Italia, y eso que en mi país a penas está comenzando el brote.
Hace tiempo pensé que las vacunas eran siempre las mismas, que ya habíamos tenido mucho tiempo sin un cambio fuerte en la vida cotidiana pero esto si que es fuerte, jamás me imaginé que fuera a vivir algo así. Creo que nadie lo imagina.
A veces me dan ganas de llorar.
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