Hola chicas, chicos, quien visite mi blog, bienvenido y muchas gracias por tomarse un tiempo.
Espero al menos los saque un poco de la rutina.
Casi se nos vienen las vacaciones y con ellas lo que cada vez tenemos que hacer como planear actividades para nuestros hijos ya que según mi propia experiencia no es nada bueno dejar a los niños sin nada que hacer en todo el día. Se pueden mezclar tiempo de ocio con actividades que les ayuden a desarrollarse y gastar energía, que esa, a los niños (benditos sean) siempre les sobra.
Pero también y aparte, quiero mostrarles las nuevas telas que conseguí en el Nuevo Mundo.
Esta belleza es de algodón 100% para Fany.
Esta otra de flores amarillas a las que la fotografía no le hace justicia es para mi.
Y ésta última es para una camisa para Max, recientemente le hice una camisa y le gustó mucho el ajuste, esta vez usé el sistema alemán M. Muller & Sohn y es muy exacto así que debo decir que tengo un nuevo favorito.
Los días habían sido perfectos hasta ayer que hubo un incendio en el bosque de la primavera y esta mañana no tuvieron clases presenciales para evitar los daños a la salud.
Sea lo que sea, lo bueno que ha dejado la pandemia es la buena planeación y desarrollo de las clases a distancia por plataformas.
Ahora les quiero compartir el nuevo libro que estoy leyendo
Este libro se lo recomiendo a todos/as ya que podemos mejora como personas como con los otros libros como: Este dolor no es mío.
No les voy a dar spoilers para que se animen a leerlo.
Seguramente se sentirán identificadas/os de alguna forma u otra con algunos de los casos, pero, no tengan miedo del título, es para sanar la niña interior que llevamos y liberarnos de las cargas que a veces llevamos por generaciones, es como alguna vez escuché una anécdota sobre una mujer que cocinaba y hacía exactamente lo que su madre hacía sin siquiera detenerse a pensar en ello.
Le preguntaron una vez porqué cortaba todo tan pequeño y solamente pudo decir que así lo hacía su madre, fueron a preguntar a su madre y ella solo pudo repetir lo mismo que su hija, así, su madre lo hacía de la misma forma, al final decidieron ir a la casa de la abuela a preguntarle porqué cortaba todo tan pequeño y hacía varias veces el mismo guiso en vez de hacer mucho a la vez...la abuela sin dudar ni un segundo les contestó: ¿Es que no han comprado un sartén mas grande? Entonces podemos ver en esta pequeña historia que por generaciones repetimos lo que nuestros padres hicieron sin meditar en sus propias necesidades y que las nuestras han cambiado.
Saludos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario