El frío sigue instalado.

 Y con el tejido en el regazo no se pasa tanto frío.

He estado avanzando en el tiempo que puedo ya que estos días han sido algo caóticos, ayer salimos corriendo de la casa al kinder, caminamos tranquilamente unas 7 cuadras y Fany recordó su gafete, quise llevarla tranquila y sin tanto tiempo así que corrimos de regreso a casa y encima cerré muy bien las puertas, tres, así que no, no llegamos a la escuela aún que nos fuimos corriendo de regreso hasta el kinder. Fany iba cansada y ya no podía correr, me sentí muy mal de llegar hasta allá para ni siquiera entrar.

De regreso me sentía molesta, triste, y no dormí nada bien ya que soñé que abrieron la puerta y se metieron a la casa, de repente desperté y bajé con mucho cuidado a la una y media de la mañana.

Después comenzó el tinaco a tirar agua, bajé nuevamente a cerrar. Ya no pude dormir.

Hay días que son un desastre, más tarde bailamos Fany y yo un rato, cantamos, nos relajamos.

Más tarde comencé a lavar y lavar.  

Lo bueno de los malos días es que como los buenos también pasan.

Así que el tejido me relaja, me hace sentir bien y además hago algo que deja algo bueno, un vicio constructivo digamos.

Me encanta la ropa linda, quizá un poco cursi, no sé, pero igual que importa 🤭 

Esa ropita infantil estilo Matilda y sus vestidos en la película o Nanny McPhee, esa ropa linda que les va bien a los peques, cuellos Peter Pan, jumpers, moños. 

¿Anticuada? No lo sé, pero me gusta.