¡Hola que tal mundo!
He seguido, ¡por fin!, Tejiendo los fingerless de Chris y es que he tenido que hacer otras cosas como un vestido para el festejo de día de muertos en la primaria de Fany.
Cómo no hacerle algo a ella cuando a Chris le hacía cada año para la primaria.
Este año fue algo extraña la dinámica, se supone que habría tres primeros lugares pero no dieron tema de ambientación, creo que hubiera sido más fácil para elegir a los ganadores ya que había catrinas con vestidos de papel (creativos) otros como el de mi hija, ambientados en la época (1910) y otros que no parecían siquiera catrinas.
En fin, yo pensé en la moda que por esos entonces marcó la época y puse manos a la obra.
Los moños y el encaje eran muy deseados para los vestidos de entonces, mangas y faldas largas, plisados, frunces y algodones finos.
Como este era un concurso, había que usar algo más llamativo y el morado fue muy conveniente.
También estuvimos haciendo pruebas de horneado en la freidora eléctrica, el pan de avena queda realmente feísimo, si pensamos mejor en galletas puedo decir que no les hago fuchi, pero, a Chris le pidieron un pan saludable y se nos pasó la mano...
Usamos avena molida en licuadora, la avena se muele en un dos por tres. 2 tazas.
Después para mezclarlo usamos yogurt griego sin azúcar (7 cucharadas) y dos sobres de Stevia para endulzar.
Todo parecía sanísimo, si no fuera por qué el pan primero quedó crudo de abajo, la chica que da la receta en YouTube le puso papel aluminio por abajo, una terrible desición ya que justo de esa área el pan no se coce ni de milagro, así que lo sacamos después de 14 minutos y al despegar del aluminio el pan crudo volvió a entrar a la freidora, esta vez sin papel abajo y volteado al revés para acabar de cocer la parte cruda. Segundo intento y el pan salió oliendo digamos que rico, aún que a mí el yogurt griego no me daba buen olor y la Stevia no la soporto ya que como dice en la película de Bee movie: deja un sabor raro en la boca...
En fin, hicimos el pan tres veces hallándole el truquillo para la tercera.
Mi hijo se fue a la escuela ese Miércoles, ya tranquilo, después que hicimos el pan, es su día más largo de clases, entra a las 12 y sale a las 8 de la noche.
¡Pero! (Y es que cuando parece que todo va bien, la pimienta de la vida llega a condimentar tanta buena suerte) en eso mi hijo me llama por teléfono y me dice: Mamá, dijo la maestra que hay que llevar minis (panes miniatura) para compartir con los compañeros... ¡Imagínense! Mi hijo le pidió permiso a su maestro de Producción de cortometraje y se vino corriendo a la casa para hacer los minis panes de muerto, teníamos solamente una hora y media para hacerlo ya que los debía llevar para la clase de Química.
En fin nos pusimos manos a la obra y terminamos 28 panecillos más.
El olor del yogurt y el Stevia me tenían completamente ¡harta!. Pero al final mi hijo me mandó una foto de él éxito. Lo mejor fue la cartulina informativa que hacían sus compañeros a los que les dábamos información del por qué el pan de avena nunca esponja y es por la falta de gluten.
Todos quedaron contentos, pero fue estresante.
También quiero platicarles que fuimos a ver la película animada de stop motion Franquelda.



