Páginas

viernes, 19 de enero de 2024

Los pedacitos que somos.

Después de tejer como desesperada por ... He pedido la cuenta y aún que lo tengo anotado en ravelry ya no quiero contar los días, me siento como Tita en -como agua para chocolate- con todos esos sentimientos dentro, sacándolos en su tejido, así, justo así me siento. 

Claro, no estoy como Tita cuando se va en la carreta con el querido John Brown quién es un amor de persona. Pero según los metros que he tejido, si los juntáramos, probablemente si iría como ella por sabe Dios que camino hacia no se dónde.


Y es que las profundas frustraciones, el hecho de no poder reclamar, ni si quiera desahogarse y mucho menos llorar llevaron a Tita a quedar en un estado de bloqueo, sin poder o sin querer hablar más. 

La comprendo. Me veo reflejada muchas veces.

Y mi tejido sigue creciendo también. 

Dejamos tanto de nosotros por aquí y por allá, en el recuerdo de otras personas, en la vida de amigos, amores, gente que entra y sale de nuestra vida que terminamos por ser los trozos de lo que alguna vez fuimos.

-Tal vez tejiendo los vamos juntando de nuevo-


     Al mismo tiempo tengo que compartir este poema del gran Jorge Luis Borges:


 Ya no seré feliz. Tal vez no importa. 


    Hay tantas otras cosas en el mundo; 

un instante cualquiera es más profundo 

y diverso que el mar. La vida es corta 


y aunque las horas son tan largas, una 

oscura maravilla nos acecha, 

la muerte, ese otro mar, esa otra flecha 

que nos libra del sol y de la luna 


y del amor. La dicha que me diste 

y me quitaste debe ser borrada; 

lo que era todo tiene que ser nada. 


Sólo que me queda el goce de estar triste, 

esa vana costumbre que me inclina 

al Sur, a cierta puerta, a cierta esquina.


Borges.




No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Siéntete libre para hacerme un comentario.
Saludos.